La personalidad es la organización
dinámica dentro del individuo de aquellos
sistemas psicofísicos que determinan su
conducta y pensamientos característicos
Rasgos de
personalidad
Un rasgo es una estructura
neuropsíquica que tiene la capacidad
de hacer funcionalmente equivalentes
a muchos estímulos y de iniciar y
dirigir equivalentes de conducta
adaptiva y expresiva.
Los rasgos pueden
calificarse en:
1.- Cardinales:
Son relativamente poco
frecuentes, son tan
generales que influyen en
todos los actos de una persona.
2.- Centrales:
Son más comunes, y aunque no
siempre, a menudo son
observables en el comportamiento.
3.- Secundarios:
Son atributos que no
constituyen una parte vital de la
persona pero que intervienen en
ciertas situaciones. Éstos se dividen en rasgos comunes y rasgos individuales.
Los rasgos individuales son los exclusivos de un individuo mientras que los rasgos comunes son
los compartidos por mucha gente. Allport advirtió con precisión que dos personas no pueden tener justamente el mismo rasgo.
La persona madura y saludable.
Allport elaboró el concepto de
madurez, una característica de la
madurez es la capacidad para
postergar en forma momentánea, necesidades, dolores o deseos a favor de alcanzar metas de largo plazo.
La búsqueda de metas significativas para la persona representan la extensión del sí mismo
Surgimiento del sí
mismo en la infancia
El primer sentido de si
mismo que evoluciona
es el "yo corporal".
Para ilustrar lo anterior, considera al bebé de cinco o seis meses que se las arregla para llevarse el pie a la boca donde lo muerde con dos o tres dientes: “si se lastima el pie llora, pero no tiene ninguna idea de que fue él quien se lastimó a sí mismo”.
Allport denominó identidad del sí mismo a la certeza emergente de que “yo soy la misma persona”. Pensaba que esta identidad depende de que el niño desarrolle la capacidad para el lenguaje.
Aspectos del proprium
- Primer año: Yo corporal.
Sensación-percepción de dolores, placeres y limitaciones físicas.
- Segundo año: Identidad del sí mismo.
Continuidad de la experiencia hecha posible por el lenguaje.
- Tercer año: Autoestima.
Orgullo por los logros; independencia y negativismo.
- Cuatro a seis años: Extensión del sí mismo
Concepto abstracto de posesión: “mío”.
- Cuatro a seis años: Autoimagen del sí mismo.
Sí mismos “bueno” y “travieso”; sensibilidad al elogio y la culpa.
- Seis a doce años: El sí mismo como agente racional.
Solución realista de las tareas de la vida; mediador entre las necesidades y la realidad.
- Doce años a la adolescencia: Esfuerzo proprium
Propiedad y aceptación de los sentimientos, necesidades y pensamientos; metas de la vida definidas por uno mismo.
- Adultez: El sí mismo como conocedor.
La totalidad de los aspectos previos del proprium: conciencia del sí mismo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario